¿Paisajes?
- Lctcmps
- 21 oct 2023
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 31 ene 2024

Dicen que algunos paisajes son “ese espejo entramado [que] se convierte en superficie de inmersión, es un lugar de receptividad absoluta, un espejo semi-transparente que nos devuelve a nosotros mismos”[1]. Por eso, cuando pienso en paisaje se genera en mi mente los pequeños destellos de luz atravesando hojas de los árboles, la forma en que el sol entra por mi ventana durante el día y dibuja en el suelo de mi habitación sus propias formas que dependen de la hora, el día y momento del año. Pienso, en el recuerdo de ver un parque, una montaña, un edificio e incluso un metro, por primera vez.
Creo que he visto toda mi vida desde las gafas que decidieron ponerse los impresionistas unos cuantos siglos antes que yo. Gafas que decidí ponerme antes incluso de que mi educación como historiadora del arte, me enseñara de quiénes eran esas obras. Aunque si lo reflexiono a profundidad, es esa forma de ver especial que tienen todos los artistas, o en mi caso, aquellos que me apasionan. Dada esa situación, tendría que llamarme por fin a mí misma de esa manera y, aun así, no creo entrar en esa categoría. Tampoco digo que los impresionistas sean mis favoritos, aunque con los años, les he podido tomar un cariño especial. Al final, poder ver al mundo como manchas de colores -y, según mi propia descripción de ellos, pintar a través de memorias olfativas- es algo con lo que me identifico.
En ello pienso mucho últimamente, tal vez tiene que ver con este momento de cambio que me está sucediendo en mi interior y exterior. Eso que implica y muchos llaman ‘volverse adulta’. Vaya experiencia, complicada y en algunos momentos tan pesada, que la verdad, creo que no se puede hacer nunca sola. Normal que, con este individualismo propulsado por nuestros sistemas de vida, cada vez atrasemos más el crecer y el madurar. Pero qué sé yo, la verdad, reflexiones sobre esto ya se han escrito mucho y de maneras tan variadas como opiniones hay. Que, muy seguramente, tendrán mucho más peso científico que todo lo que yo pueda contar en unas simples líneas.
Ahora bien, mi vida de aquí a unos meses atrás ha sido todo un revoltijo de cosas, pensamientos y sentimientos. Pero en aquellos días en los que he encontrado algún segundo de paz, he podido ver mis paisajes -esos contextos citadinos que recorro constantemente- desde los recuerdos. Hilando, desde un lugar de casi desbordamiento psiquiátrico, pasado y presente. Lo que era y cómo es desde mis ojos ahora. Que, como espejos[2], cuentan sobre mis yoes. Sobre los diferentes momentos de mi persona, que he visto crecer dentro de mí envuelta por estos lugares. Tanto que gentes de mi pasado, que han perdido un poco el contacto constante, reconozcan en mí un cambio 180. Lugares a los que quiero escribir unas líneas a tipo de guion, a modo de oda, para poder ver nuevamente con nuevos matices. Lugares y espacios que parecen nuevos, incluso si son aquellos en donde siempre hemos estado. Al final, las grandes historias creadas desde la mentalidad artística son aquellas que reflexionan sobre los simples y cotidianos relatos que se ocultan entre silencios listos para todos aquellos dispuestos a leer entre líneas[3]. Silencios a los que dedicaré este espacio.
Lov u all!
L
😍