top of page

How to be Single?

There's a right way to be single, a wrong way to be single, and then...there's Alice.

12 de febrero de 2016

En plataformas streaming

Sí, es una pregunta que todas las chicas que conozco se han planteado alguna vez en su vida. No es fácil la respuesta y, al parecer, Hollywood necesitó una película de casi dos horas para llegar a una conclusión que muchos dirán de es simple. Tan simple que tardé 27 años en tenerla en cuenta.

Puede que a todos los fans de Dakota Johnson los decepcione diciendo las siguientes palabras, -yo misma me siento así al considerarme fan de ella- pero, hasta hace unos días, no había visto esta gran comedia. Obra que debería ser una cita obligada si es que nunca has tenido pareja o, por el contrario, siempre has estado en relaciones románticas estables. Para todos aquellos que les gustó -o detestaron- The worst person in the world, les recomiendo esta. Puede que tenga una presentación más ligera, pero el mensaje que transmite, junto con la similitud entre sus protagonistas, profundiza en esta cuestión existencial de nuestra contemporaneidad: ¿cuál es la manera correcta de estar soltera?


Si me preguntan, no tengo una respuesta. Sí, todas sabemos esa idea general mínima de: céntrate en ti misma, haz las cosas que no hacías cuando estabas con él, recuerda quién eres sin esa persona a tu lado, pero, ¿qué pasa con las que no dejamos de hacer nuestras cosas cuando estábamos con ellos? ¿qué hacemos nuevo cuando nuestra rutina era agradablemente nuestra y él simplemente era el acompañante -your ride along-? Esa precisamente, fue una de las preguntas que tuve que manejar con mi psicóloga cuando estaba a mitad de este proceso que es recuperarte de una ruptura. El manual de cómo ser soltera, no satisfacía mis necesidades y, sobre todo, me preguntaba para qué. Ya que, en mi caso, nada había cambiado, simplemente él ya no iba conmigo a las cosas.


Aquí es donde cobran importancia estas representaciones más contemporáneas de las mujeres, que expresan mejor las historias que viven. Por tal razón, tantas personas se sienten identificadas con las canciones de Taylor Swift. Y, debido a ello, entre todas las de su último álbum—dejando de lado las icónicas como The Smallest Man Who Ever Lived, Fortnight y My Boy Only Breaks His Favorite Toys—mi favorita es The Prophecy. En ella, Taylor se menciona ajena a esos dos estereotipos de mujeres de cómo “se debería” ser soltera. Como Dakota en la película, a quien le tienen que “enseñar” a ser soltera. Mostrando, además, que sólo y únicamente se puede aprender a serlo, cometiendo todos los errores que te dicen no hacer.


Mi proceso de recuperación de ruptura ha llegado a un punto cómodo en su realidad más incómoda -que es la única manera que tengo para definir mi estado actual-. Los pesos del corazón ya no me aplastan contra el suelo y las memorias han dejado de arder tan intensamente. ¿He sanado mi corazón roto? No tengo ni idea, porque tampoco sé cómo se supone que se debe sentir, y no tengo tiempo para averiguarlo. Lo único que puedo decir es que de vez en cuando, mis dudas existenciales se mezclan con mi realidad, generando que tenga este tipo de reflexiones. Por ahora, me siento cómoda, porque mi vida es la versión tangible del moodboard ideal que hice en diciembre. Aunque, quizá, debería haber incluido más imágenes de mí con un empleo tipo 9 to 5 y menos de tanta libertad creativa. Y sí, lo sé, poder escribir estas líneas es un privilegio absoluto, pero, como siempre, nada es perfecto. Ser ni-ni, postulándose constantemente a oportunidades laborales, puede volverse un estado bastante desagradable.


Siento que trabajo y trabajo en mis proyectos, en currículums, en cartas de motivación, en hacer contactos y no avanzan las cosas. Hago un montón de esfuerzo en proyectos que después no puedo justificar a nadie. Ni si quiera en mi hoja de vida, porque terminan no existiendo fuera de mi computadora, de las conversaciones con mis amigas y de mi dedicación. Todo, por falta de financiación y buenas conexiones. Y, aunque tengo toda la esperanza de que en algún momento pueda recoger frutos de estas siembras, la desmotivación está a la vuelta de la esquina. Hace una entrada campante en el mínimo momento en que termino alguna tarea grande que me he puesto a mí misma. Por eso, estoy cansada. Me canso de seguir nadando en las profundidades del mar para tener apenas la cabeza fuera del agua. Y digo todo esto porque, agregado a mi situación o, tal vez, precisamente por ella, últimamente he pensado más en mi ex pareja.


No entendía por qué su recuerdo volvía tanto a mi mente, sobre todo después de tanto tiempo sin prestarle atención. Al menos, no lo comprendí hasta ahora, cuando hablé con mi madre y le mencioné una idea que, hasta ese momento, no había tomado una forma tan clara. Y es la siguiente: si tuviera pareja, tendría más sentido para mí hacer todo este desgaste que estoy haciendo para quedarme. Porque, en este momento, el quedarme así no más, significa extrañarlos -a mis padres- todos los días por un trabajo que ni me va ni me viene. Y siento que, a mi mente, después de tantas entrevistas y de esperanzas perdidas, sólo le gustaría que saliera adelante el proyecto fotográfico que con Noelia -una amiga- llevamos planificando desde julio. Porque en mi mente, así podría darle un cierto cierre a los mejores regalos que han sido estos medios tropezados años.

Tropezados, porque parecen sinceramente episodios de Fleabag, donde da un paso adelante para, inmediatamente después, dar tres atrás. Y los llamo regalos porque esos escasos pero necesarios pasos adelante, han ofrecido a mi vida explosiones maravillosas que han sido lo mejor que me han podido pasar. Tengo que describirlo de la manera más egoísta del mundo: me da lástima el resto de personas, que no hayan podido experimentarlas. -AKA toda aquella persona que no es yo misma. Eso sí, espero, que haya muchas como yo que puedan decir lo mismo de su propia vida-.

Precisamente, en estas fechas, que la vida se presenta inminente con un pequeño cierre de etapa, tengo que hacer un esfuerzo por controlar mi mente y traerla de vuelta al presente. Para evitar que se pierda en la melancolía de los recuerdos pasados de estos últimos cuatro años. Ahora, debo valorar todos aquellos nuevos que todavía estoy forjando. Así disfrutar de todos los segundos que quedan. Con la dicotomía de preguntarme si, al dedicar plenamente todas mis fuerzas y energías a mi búsqueda de cómo quedarme, puedo realmente apreciar lo que se está viviendo. Eso sin olvidar que no quiero irme con la sensación de no haber hecho suficiente por quedarme. Razón por la cual, en ciertos casos, hasta estoy saliendo menos a los lugares que me gusta frecuentar. Aunque ni siquiera sé si realmente me gustaría visitarlos, pues ando poco enterada de dónde puedo ir y centrándome en sacar adelante proyectos.

En conjunto, al final, todo esto a lo que conlleva es a una sensación de no estar llegando a nada. Definido en mi mente como un punto en mi vida que es cómodo en su realidad más incómoda. Básicamente, tengo todo el tiempo del mundo para lo que yo quiera, pero sin un sentido claro de a qué vale la pena enfocarlo. Llevándome a momentos en que la pregunta de: How to be single? se sienta en el sofá de pensamientos favoritos de mi mente y disfruta de conversar con todas mis dudas y miedos. Así se revela con claridad que, parte de mis dolores de cómo se supone que debo llevar la soltería es: ¿cómo soy la única de las personas a quienes conozco a la que no regresan a buscar? Y no sé si es de buena o mala soltera esta duda, pero, no puede evitar plantearla viendo cómo Dakota parece que no se puede deshacer de los fantasmas de sus exs.


Yo sé que mi ex pareja me dijo algo que yo a ninguna mujer le dejaría perdonar. Aun así, mis fuerzas, menguadas por mi necesidad de tener un ingreso económico, menguadas por mi intenso síndrome del impostor nutrido y engrandecido por los constantes rechazos laborales, menguadas por saber que estoy haciendo todo “bien” pero sin un resultado progresivo. Menguadas por las ya corrientes y generales dudas que coexisten constantemente en mi cabeza, no puedo evitar preguntarme ¿por qué no ha querido regresar?


¿De verdad su vida va tan bien como para no sentir necesidad de reconectar? Pero, y si realmente va tan bien, ¿es sólo posible querer estar conmigo en una relación, cuando todo va mal? Y, la más importante de todas, ¿es posible que me haya querido tan poco, como para que, en sus mejores momentos y todos aquellos de felicidad que esté sintiendo, no le pase por el pensamiento: me gustaría seguir estando con ella, para disfrutar en su compañía todo esto que estoy viviendo? Sé que mi actitud es muy, muy Carrie —la innegable “mala” soltera por excelencia en la historia televisiva—; sin embargo, si he observado esta situación en varias de mis amistades, ¿por qué no le ha interesado regresar?

Anyways, aquí les dejo algunos pensamientos de energía: domingo por la tarde-noche. Quizás, por el día, la época o simplemente porque tengo la regla, no sean la glamurosa descripción de Galentine's Day que ahora nos vende Instagram. La verdad, publico estas reflexiones porque me da igual no celebrar por todo lo alto Galentine’s ni Valentine’s. Ya que, he aprendido a decir a mí misma lo que le dice Meg a Jo March en la última edición cinematográfica de Mujercitas: JUST BECAUSE MY DREAMS ARE DIFFERENT THAN YOURS, DOESN’T MEAN THEY’RE UNIMPORTANT. Lo escribo en mayúsculas para grabarlo de forma indeleble en mi mente y recordar que aplica a cualquier objetivo en mi vida.



Ahora sí, los dejo disfrutando de su soltería: ¡aprécienla! Nunca se sabe cuándo la suerte va a cambiar. Por cierto, no se olviden de sentarse a ver How To Be Single; las interpretaciones, las risas y el tema valen muchísimo la pena. Si quieren, una vez que la hayan visto, pasen por aquí a contarme qué les pareció y si les ayudó a sentirse tan acompañadas y entendidas como a mí.


...


Lov u all!

L

3 Comments


Leerte ha sido todo un placer, gracias por exponernos a corazón abierto esas emociones, sin temor, sin pudor, tan liberador que asusta a los que no tienen la capacidad de sentir esa libertad que las palabras pueden expresar.


Te voy a dejar una pequeña reflexión

Tenemos muy sobrevalorado el “siempre vuelven”, hemos creído erróneamente que cuando alguien quiere volver a tu vida es algo positivo, porque quizá hubo “algo” que hizo que despierte y se de cuenta, como si de un hechizo se tratase, de tu valor como persona, como pareja, como compañera.. habrá casos que sí, claro que sí, pero es la excepción, más no la regla.


Puedo asegurarte que mucha gente que ha compartido la vida a tu…

Like

Eres maravillosa!te adoro🤍

Lo que escribiste me ha llegado al corazón y créeme que todas hemos pasado muchas de las situaciones que mencionas.

Pero como dices,nunca se sabe cuando la suerte cambiará.

Like

Que pasada Ele, qué bien escribes y cómo haces de fácil que nos lleguen tus emociones.

Me encanta!!

Like

Lctcmps

Gracias por pasarte por aquí

©2023 por Lctcmps. Creado con Wix.com

bottom of page