top of page

Con amor, Budapest

Actualizado: 22 sept 2024


Recuerdos de una tarde de verano

01 de septiembre 2024

Oficialmente, me queda una semana. Una semana para cerrar el ciclo que fue Hungría. Bueno, Hungría es decir mucho, en su manera principal, Budapest. Me queda una semana para cerrar el ciclo que fue Budapest.


Me llevo cuatro muy buenos amigos, tres zonas visitadas, dos trabajos y un corazón roto -o bueno, en reparación-. Mil y una historias experimentadas, mil lágrimas derramadas, novecientos noventa y nueve momentos en los que pensé: ¿Qué putas L? ¿Para qué te metes a hacer esto?... Es que a veces tienes unas ideas...


Me despido de Budapest estando en Balaton. En Balatonaliga, para más precisión. Con un bañador mojado, la piel tostada por el sol, una perfecta siesta de verano y dos baños en el lago para mitigar las grandes preguntas: ¿para qué haces esto? ¿a quién le tienes que demostrar que viniste? ¿para qué tenías que venir? ¿para qué pretendiste crear una vida con fecha de vencimiento?


Llevo nueve meses y quince días viviendo muy por encima de cualquier película de comedia romántica que jamás se haya estrenado. Digo "muy por encima" porque los guiones hollywoodenses se quedan cortos en imaginación y actuación para lo que fue mi vida aquí.


Me enamoré de una persona que conocí en el Danubio. ¡En el Danubio! -Quien conoce el Danubio en Budapest sabe que el Sena se queda corto en romance y, de cierta manera, pretende ser un medio amigo del Duna para intentar parecerse a él- Aunque no fue para siempre, como las películas norteamericanas nos hacen creer y como me gustaría a mí cada vez que me enamoro, su compañía definió toda mi historia de amor con mi querido Budapest. Siguiendo la premisa establecida en estos escritos de que, a la ciudades se las puede amar igual o más que a las narrativas pasajeras de romance que voy acumulando con los años.



Conseguí el estudio de mis sueños a un precio envidiable. Lo decoré como si fuera mi hogar de por vida. Acomodó en sus paredes cuatro visitas de amigos que se atrevieron a conocer estas tierras centro europeas. Acogió la estadía de mis queridísimos familiares y fue punto de refugio para las miles de noches sin dormir con mis amigos hablando sobre la realidad del mundo, a qué sabe existir y de qué nos pesa nuestros cuerpos cuando salimos de la cama. Me protegió del frío invierno, dio un espacio para mi ser artístico -el cual trepó hasta sus paredes- y cobijó todos mis fallos y aciertos de "adulta por primera vez". -Siguiendo la reflexión de una de las películas que mi gurú cinematográfico más me ha recomendado, me encontraba "siendo bambi cuando intenta caminar por primera vez"-.


Conseguí un grupo de amigas-os/es- que cada vez que nos miraba sentía que éramos la representación de Friends o Sex and The City, tomando nuestros cafés o cócteles tratando de navegar este mundo moderno. Curando esas heridas que ni nosotras mismas vemos y mitigando la sensación de soledad que puede presentar esta sociedad. Somos Miranda, Mónica, Samantha, Rachel, Charlotte, Pheobe y Carrie todas a la vez. Cada momento con ellas-os/es- son segundos de agradecimiento que siento en mi interior por existir y por poder presenciar sus realidades. La suerte de poder experimentar el trocito de mundo que formamos.


He conseguido todo lo que he querido este año. Hasta he podido llegar al final de esa corta historia de amor para poder experimentar a mi querida ciudad soltera -algo que no se muestra en esas películas hollywoodenses-. Y todo, absolutamente todo, lo que he experimentado ha valido la pena. Me ha hecho sentir más capaz, más mía en mí y, en muchas ocasiones, mucho más inexperta de lo que me creía.


Mi amor por Budapest fue un amor a primera vista. Y ha logrado sacar las versiones de mí que sentía consumidas hasta agotar stock. Versiones de mí perdidas en una niebla brumosa que pensaba asentada y acomodada en mi mente. Por eso, lo considero el mejor novio hasta el momento. Me ha inspirado a conocer la persona artística que soy y a considerarme una persona "creativa". Ha fortalecido mi consideración que vivo una vida que es un milagro y me siento mucho más confiada en el camino que Dios -o el universo o en lo que sea que ustedes crean- tiene para mí. Incluso me ha posibilitado aceptar la versión "poco perfecta" de mí.

Desde mi mal humor, a mi lado unhinge, a mis modos poco atractivos, a mi ser indisciplinado y "vago" e, incluso, poco sano. Por fin puedo aceptar vivir en espacio desordenados porque es -mí- desorden. He podido abrazar bajo su inspiración las cosas que menos me gustan de mí e igual poder decir que me alegro muchísimo de ser yo. Porque soy la persona que me gustaría conocer como amiga y soy la persona que la pequeña L le hubiera encantado ser.


Por todo ello, a aquellas preguntas que inundan mis pensamientos: ¿para qué haces esto? ¿a quién le tienes que demostrar que viniste? ¿para qué tenías que venir? ¿para qué pretendiste crear una vida con fecha de vencimiento?... Sólo puedo responder: para mí y es a mí misma que demuestro haber vivido lo que viví.

----------

Lov u all!

L

P.D: para todos aquellos que me conocen debo agregar que esto lo escribí en un momento de motivación e inspiración. La mayoría de nosotros sabemos que esa última semana significó un golpe bajo de todo lo que había aprendido, toqué un fondo del cual todavía estoy intentando salir. Pero, ni modos, así es la vida. A veces subes y a veces bajas, supongo que me tendré que acostumbrar. Ya ven, pasos de bebé, como bambi.

Comentarios


Lctcmps

Gracias por pasarte por aquí

©2023 por Lctcmps. Creado con Wix.com

bottom of page